viernes, 15 de julio de 2011

Racismo e integración-Kovach y Canicchio




RACISMO E INMIGRACIÓN

Los Nadies


Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

Eduardo Galeano


El Renacimiento europeo está montado sobre dos ejes que, a la vez, lo constituyen como tal: la colonización del tiempo (la invención de la Edad Media y de la antigüedad griega) y la colonización del saber. Es la historia de la modernidad/colonialidad contada por quienes controlan el saber y legitiman esta apropiación. El Papa decide apoderarse de las tierras del planeta y donarlas a España y Portugal. A esto sigue la invención del Derecho Internacional, que desde el siglo XVI hasta la fecha, promulgó la repartición del planeta entre los países imperiales europeos.
En el mismo proceso de apropiación de tierras y legitimación legal, se constituye el racismo. Este consiste en una clasificación de la población mundial que es, al mismo tiempo, una jerarquía de los seres humanos. En Europa el racismo sirvió para justificar la expulsión de moros y judíos de la península ibérica. En el Nuevo Mundo, para justificar la explotación de pueblos originarios y esclavizados africanos como mano de obra. El racismo opera mediante la colonización de las subjetividades por medio del control del conocimiento. Es sólo quien controla el conocimiento quien puede establecer y tener éxito en proponer que judíos, moros, gitanos, indios, negros, homosexuales, mujeres blancas y de color son seres inferiores al hombre blanco.

La conversión de seres humanos en mercancía se da sobre todo y en primer lugar con la esclavitud. Son los esclavos/as africanos los primeros que no sólo se compran y venden como el algodón y el azúcar, sino que se desechan cuando ya no sirven, como cualquier otra mercancía usada.
Como el progreso y el desarrollo son los objetivos, no importan las consecuencias. Si es necesario sacrificar vidas humanas, que así sea. Lo importante era tener mano de obra barata para producir mercancías para el mercado mundial. Si los esclavizados se morían, no importaba, se traían otros, y así las bancas y las elites Europeas justificaban el progreso sobre la base de sus experiencias y esas experiencias estaban modeladas sobre sus ganancias.

ARGENTINA NO SE RECONOCE COMO RACISTA….

Seguramente quienes así afirman son personas de descendencia europea. Pregúntele a los mapuche, a los diaguitas y a los chiriguanos qué opinan. Pregúnteles también a los descendientes de africanos que la historia del país escondió, desde el período de Rosas en adelante.

Con el ascenso del peronismo al poder, las preocupaciones étnicas en materia de población e inmigración pasaron a formar parte de la agenda de cuestiones públicas que implementó el nuevo gobierno. Pero acaso la novedad más importante en materia étnica haya sido que, por primera vez desde la función pública, un gobierno decidiera institucionalizar los estudios étnicos de la población, como hizo el Presidente Perón mediante la creación del Instituto Étnico Nacional el 25 de julio 1946, bajo la jurisdicción del Ministerio del Interior.

Las ideas étnicas en la Nueva Argentina de la inmediata posguerra, influyeron en el diseño y la política inmigratoria para acrisolar el perfil latino capaz de legitimar nacionalmente el tipo de población y de país deseados. La Argentina peronista fue una oportunidad no desaprovechada para centenas de miles de italianos y españoles, que buscaron reconstruir sus hogares y obtener trabajo, y que fueron considerados "inmigrantes deseables", según criterios étnicos, económicos e ideológicos. En cambio, fueron miles los inmigrantes potenciales considerados "indeseables" para el proyecto peronista de construir un nuevo país. Ninguno de los dos Planes Quinquenales deseó que los sobrevivientes del Holocausto aportaran sus capacidades para la construcción de la Nueva Argentina. Sólo a través de las amnistías inmigratorias, víctimas y victimarios de los totalitarismos europeos ingresados ilegalmente pudieron sumarse al nuevo proyecto nacional.

En la actualidad, uno de los principales obstáculos que impiden la integración de los migrantes y su acceso equitativo a los derechos humanos en las sociedades anfitrionas son los sentimientos arraigados que existen contra los inmigrantes y las prácticas discriminatorias. Estos sentimientos y prácticas a menudo son reforzados por las leyes, las regulaciones y las políticas orientadas a restringir los flujos migratorios, lo cual queda en evidencia con la creciente tendencia de criminalizar la migración irregular.

Un conjunto de factores siguen contribuyendo a extender y adoptar actitudes discriminatorias en nuestra sociedad. La crisis económica mundial, la persistencia de un alto nivel de pobreza y de desocupación provoca una reacción de rechazo hacia los extranjeros que buscan un puesto de trabajo.
La xenofobia y la discriminación, el racismo y el antisemitismo son manifestaciones de barbarie, avalados desde la educación colonialista mediante el supuesto de “nacionalismo”, y “superioridad”.

Ejemplo claro de esto es que, en los últimos años, y como consecuencia de las políticas más restrictivas y expulsivas que se aplican en la mayoría de los países europeos, ingresa a Argentina un africano por día. De este modo, habría entre cinco y diez mil africanos en el país, muchos de los cuales son víctimas de formas de violencia simbólica por el color de su piel.

Wahel Gonim (ejecutivo de Google y activista egipcio) dijo en una entrevista en el programa de la TV norteamericana 60 minutos, refiriéndose a las insurgencias en Egipto de 2011: “Cuando se traspasa la barrera del miedo se entra en un camino donde ya no hay regreso”. ¿Y cómo se cura ese miedo? En gran parte mediante la descolonización del conocimiento, de la toma de conciencia de la fragilidad del Estado.

El pensamiento descolonial (puesto que el pensamiento colonial es imperial) no se basa en definiciones, sino en la descolonización de la creencia de que el saber se basa en definiciones y que las definiciones representan lo definido. La descolonización es un proceso de transformación y de liberación a todos los niveles de la matriz colonial.

En el momento en que se desfetichiza la autoridad, el miedo comienza a transformarse en confianza. Confianza necesaria para desprendernos de los preconceptos instaurados desde el colonialismo, cuando empecemos a descreer de lo establecido como válido, a cuestionar las verdades absolutas, poniendo de relieve lo que la modernidad y la postmodernidad ocultan y comencemos a construir saberes descoloniales, nos permitiremos ser nosotros mismos.


FUENTES:
- REVISTA MU COOPERATIVA LA VACA
- http://WWW.TAU.AC.IL

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