miércoles, 24 de agosto de 2011

Con Mariano Moreno por los Valles Calchaquíes

El miércoles 12 de agosto nos fuimos a Catamarca a presentar “De influencias y motivaciones, Maquiavelo y Rousseau en los escritos revolucionarios de Mariano Moreno”, en las XIII Jornadas Interescuelas Departamentos de Historia, “Latinoamérica 200 años después…Revolución, Independencia, Estado Nacionales”. Departamento de Historia de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Catamarca.




viernes, 15 de julio de 2011

Cultura y dominio-Cruz


CULTURA Y DOMINIO

Voy hablar sobre los cambios culturales y sociales que ocurrieron después de la convertibilidad, hasta la actualidad. Éstos, desde un enfoque personal sobre el comportamiento de la una parte de la sociedad.
Primero analizar la gestión “Kirchnerista“ y su política de descolonización. Y después, a través del texto de Pierre Bourdieu, relacionarlo con el concepto de capital cultura y su importancia para el dominio.

Desde mi punto de vista, en esta ultima década se generó y se sigue generando un importante cambio. Hay una nueva conciencia social y cultural. La juventud volvió a ser partícipe de los cambios, se interesaron más en nuestra cultura como argentinos y latinoamericanos, entendiendo a las mismas como base del cambio. Así los jóvenes se interesaron en la historia y con ellos volvieron a resurgir los aires “sanmartinianos y bolivarianos“ como respuestas a las ansias de identidad.
Volvimos a interesarnos por conocer los paisajes de nuestro país, dejando de lado la fantasía de veranear en Miami o Brasil cuando el dólar nos favorecía.
A mi parecer todos estos cambios fueron bien acompañados por estos dos últimos gobiernos. Y no quiero ser partidario ni mencionar las diferentes medidas que tomó el gobierno, sino referirme al efecto que generó en la gente, sobre todo en la juventud.
Son claras las nuevas experiencias e inquietudes que tuvo la gente en estos últimos años y es diferente a lo que estábamos acostumbrados. Desde Bourdieu podríamos decir que las estructuras de los “campos” fueron cambiando y con ello, el “habitus”, incorporando nuevas experiencias y prácticas sociales.
Después de la crisis del 2001 se empezó a producir contenidos culturales. De repente empezaron a salir nuevos libros de historia, que supuestamente nos cuentan “la verdadera historia“. Felipe Pigna, Pacho O‘Donnell, volvían a conectar a la gente con nuestra cultura, con “Los mitos de la historia argentina“. También en la televisión se vieron programas comprometidos con esta nueva oleada de identidad, tanto documentales como ficciones. “Algo habrán hecho“, “Televisión por la identidad“, “Vidas robadas“, fueron las nuevas opciones de televisión, como contrapunto a los conventillos y escándalos televisivos que inundan nuestra televisión. Apareció el canal de TV “Encuentro”, que de a poco se fue ganando su lugar entre los canales de ese tipo (Discovery, History, etc.) ofreciendo contenidos culturales y educativos que tiene que ver más con nuestra cultura que con culturas extrajeras.
Luego se sancionó la ley de medios, que venía a reconfirmar el cambio cultural que se venía produciendo en nuestro país. Es importante tener un control y una estructura política para los medios audiovisuales. Estados Unidos le debe mucho a “Hollywood”, que fue y es un mecanismo de dominación, imponiendo su cultura al resto del mundo. Entonces, fue importante la sanción de la ley de medios para
politizar la cultura de nuestro país, para que veamos, conozcamos y mostremos al exterior que tenemos nuestra propia cultura.
Tampoco hay que olvidar que todos estos sucesos se generaron en tiempos de Bicentenario, que ayudaron enormemente a que florezcan estas nuevas inquietudes sobre nuestra identidad. Justamente, en el festejo del Bicentenario se vio esta necesidad de cambio y de participación que necesitábamos los argentinos. La gente salio a la calle a renovar esperanzas. A confirmar que estábamos en un camino distinto.
La juventud por otro lado volvió a ser protagonista, como siempre lo fue, a pesar de haber sido siempre maltratados, en la batallas independentistas, en las dictaduras, en Malvinas, en el Puente Pueyrredón o Plaza de Mayo. Aun así siguieron luchando ante gobiernos que los insertaban en la pobreza, las drogas, la corrupción y delincuencia. Pero de a poco, estas cosas fueron cambiando, siguiendo la mismo ola de los jóvenes que hicieron la reforma universitaria. La juventud vuelve a interesarse y a participar en la política. Se crearon nuevas agrupaciones militantes, los alumnos de diferentes colegios mostraron sus reclamos ante el incumplimientos de obras en colegios. En definitiva, la juventud fue incorporando nuevos conceptos, tiene una nueva mentalidad, busca la democracia. Todos estos cambios son positivos para un país, ya que estos jóvenes crecen con un nuevo “habitus” y tienen incorporados nuevos capitales, sobre todo social, cultural y simbólico.

Todos estos impulsos de cambios que se están generando, son bien apoyados y recibidos por el gobierno “Kirchnerista”. De alguna manera fomentan estos cambios que la misma sociedad produce. Este proceso claramente es una búsqueda de lo nuestro, de identificarnos y de que prevalezca lo nuestro sobre el bombardeo de otras culturas. Es un encuentro con nuestras raíces como argentinos y latinoamericanos que lucharon por nuestra libertad, por una democracia. Creo que es un proceso de conciencia y una nueva etapa de descolonización, donde pensamos en “nosotros” en nuestras cosas y no en las que nos imponen desde afuera.
El gobierno sedujo a personajes e instituciones culturales y de derechos humanos: Madres, Abuelas, Actores (Gastón Pauls, Florencia Peña, Andrea del Boca, etc.), y personajes de la cultura en general. Apoyados y apañados por el campo de la cultura, el gobierno fue ganando adeptos, la sociedad se siente identificada con este “campo” cultural e incorpora estas prácticas a su “habitus”, así es como el gobierno, a través de la cultura, gana consenso en el espacio social.
Bourdieu sostiene que el capital cultura está altamente relacionado con la forma en que las personas elaboran sus pensamientos políticos y que el dominio se logra no solo a través del capital económico, sino también con el control del capital cultural. A través de el imponen su ideología, aquello que correcto y lo que no. Es decir, imponen un principio de realidad que regirá al conjunto de la sociedad.

Si bien, hubo grandes cambios socio-culturales en esta última década, donde la gente volvió a tomar conciencia sobre nuestra identidad como argentinos y como latinoamericanos, donde la juventud volvió a participar en el campo socio-político, donde el gobierno acompañó y creó un sentido de pertenencia de la gente hacia proyecto de gobernación, ¿hasta donde es beneficioso el uso de la cultura como generador de una nueva conciencia? ¿El manejo de los campos culturales se utilizan solo para el bien común, o como herramienta de domino para imponer una ideología?

Racismo e integración-Kovach y Canicchio




RACISMO E INMIGRACIÓN

Los Nadies


Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

Eduardo Galeano


El Renacimiento europeo está montado sobre dos ejes que, a la vez, lo constituyen como tal: la colonización del tiempo (la invención de la Edad Media y de la antigüedad griega) y la colonización del saber. Es la historia de la modernidad/colonialidad contada por quienes controlan el saber y legitiman esta apropiación. El Papa decide apoderarse de las tierras del planeta y donarlas a España y Portugal. A esto sigue la invención del Derecho Internacional, que desde el siglo XVI hasta la fecha, promulgó la repartición del planeta entre los países imperiales europeos.
En el mismo proceso de apropiación de tierras y legitimación legal, se constituye el racismo. Este consiste en una clasificación de la población mundial que es, al mismo tiempo, una jerarquía de los seres humanos. En Europa el racismo sirvió para justificar la expulsión de moros y judíos de la península ibérica. En el Nuevo Mundo, para justificar la explotación de pueblos originarios y esclavizados africanos como mano de obra. El racismo opera mediante la colonización de las subjetividades por medio del control del conocimiento. Es sólo quien controla el conocimiento quien puede establecer y tener éxito en proponer que judíos, moros, gitanos, indios, negros, homosexuales, mujeres blancas y de color son seres inferiores al hombre blanco.

La conversión de seres humanos en mercancía se da sobre todo y en primer lugar con la esclavitud. Son los esclavos/as africanos los primeros que no sólo se compran y venden como el algodón y el azúcar, sino que se desechan cuando ya no sirven, como cualquier otra mercancía usada.
Como el progreso y el desarrollo son los objetivos, no importan las consecuencias. Si es necesario sacrificar vidas humanas, que así sea. Lo importante era tener mano de obra barata para producir mercancías para el mercado mundial. Si los esclavizados se morían, no importaba, se traían otros, y así las bancas y las elites Europeas justificaban el progreso sobre la base de sus experiencias y esas experiencias estaban modeladas sobre sus ganancias.

ARGENTINA NO SE RECONOCE COMO RACISTA….

Seguramente quienes así afirman son personas de descendencia europea. Pregúntele a los mapuche, a los diaguitas y a los chiriguanos qué opinan. Pregúnteles también a los descendientes de africanos que la historia del país escondió, desde el período de Rosas en adelante.

Con el ascenso del peronismo al poder, las preocupaciones étnicas en materia de población e inmigración pasaron a formar parte de la agenda de cuestiones públicas que implementó el nuevo gobierno. Pero acaso la novedad más importante en materia étnica haya sido que, por primera vez desde la función pública, un gobierno decidiera institucionalizar los estudios étnicos de la población, como hizo el Presidente Perón mediante la creación del Instituto Étnico Nacional el 25 de julio 1946, bajo la jurisdicción del Ministerio del Interior.

Las ideas étnicas en la Nueva Argentina de la inmediata posguerra, influyeron en el diseño y la política inmigratoria para acrisolar el perfil latino capaz de legitimar nacionalmente el tipo de población y de país deseados. La Argentina peronista fue una oportunidad no desaprovechada para centenas de miles de italianos y españoles, que buscaron reconstruir sus hogares y obtener trabajo, y que fueron considerados "inmigrantes deseables", según criterios étnicos, económicos e ideológicos. En cambio, fueron miles los inmigrantes potenciales considerados "indeseables" para el proyecto peronista de construir un nuevo país. Ninguno de los dos Planes Quinquenales deseó que los sobrevivientes del Holocausto aportaran sus capacidades para la construcción de la Nueva Argentina. Sólo a través de las amnistías inmigratorias, víctimas y victimarios de los totalitarismos europeos ingresados ilegalmente pudieron sumarse al nuevo proyecto nacional.

En la actualidad, uno de los principales obstáculos que impiden la integración de los migrantes y su acceso equitativo a los derechos humanos en las sociedades anfitrionas son los sentimientos arraigados que existen contra los inmigrantes y las prácticas discriminatorias. Estos sentimientos y prácticas a menudo son reforzados por las leyes, las regulaciones y las políticas orientadas a restringir los flujos migratorios, lo cual queda en evidencia con la creciente tendencia de criminalizar la migración irregular.

Un conjunto de factores siguen contribuyendo a extender y adoptar actitudes discriminatorias en nuestra sociedad. La crisis económica mundial, la persistencia de un alto nivel de pobreza y de desocupación provoca una reacción de rechazo hacia los extranjeros que buscan un puesto de trabajo.
La xenofobia y la discriminación, el racismo y el antisemitismo son manifestaciones de barbarie, avalados desde la educación colonialista mediante el supuesto de “nacionalismo”, y “superioridad”.

Ejemplo claro de esto es que, en los últimos años, y como consecuencia de las políticas más restrictivas y expulsivas que se aplican en la mayoría de los países europeos, ingresa a Argentina un africano por día. De este modo, habría entre cinco y diez mil africanos en el país, muchos de los cuales son víctimas de formas de violencia simbólica por el color de su piel.

Wahel Gonim (ejecutivo de Google y activista egipcio) dijo en una entrevista en el programa de la TV norteamericana 60 minutos, refiriéndose a las insurgencias en Egipto de 2011: “Cuando se traspasa la barrera del miedo se entra en un camino donde ya no hay regreso”. ¿Y cómo se cura ese miedo? En gran parte mediante la descolonización del conocimiento, de la toma de conciencia de la fragilidad del Estado.

El pensamiento descolonial (puesto que el pensamiento colonial es imperial) no se basa en definiciones, sino en la descolonización de la creencia de que el saber se basa en definiciones y que las definiciones representan lo definido. La descolonización es un proceso de transformación y de liberación a todos los niveles de la matriz colonial.

En el momento en que se desfetichiza la autoridad, el miedo comienza a transformarse en confianza. Confianza necesaria para desprendernos de los preconceptos instaurados desde el colonialismo, cuando empecemos a descreer de lo establecido como válido, a cuestionar las verdades absolutas, poniendo de relieve lo que la modernidad y la postmodernidad ocultan y comencemos a construir saberes descoloniales, nos permitiremos ser nosotros mismos.


FUENTES:
- REVISTA MU COOPERATIVA LA VACA
- http://WWW.TAU.AC.IL

Pensamiento actual de la oposición en la Argentina-Ispani


Pensamiento actual de la oposición en la Argentina, donde la descolonialidad parece una utopía


Me intriga ver como la gente puede tener tantas y distintas lecturas acerca de algo. Y me llama la atención más aún, cuando estas lecturas comienzan a distorsionarse. Me pregunto cómo a veces podemos analizar temas no tan graves, y dejar de lado temas absolutamente relevantes, trascendentales, trágicos. Un ejemplo para aclarar el punto: supongamos que un ladrón entra en mi casa, me golpea brutalmente, y se roba absolutamente todo (desde dinero y electrónica hasta electrodomésticos y un par de zapatos), y cuando por fin se da a la fuga, por lo único que yo me lamento es por el par de zapatos, y ni siquiera me cuestiono el tema de los golpes y de los cientos de miles de dólares perdidos. Si esta fuera mi real postura me arriesgaría a decir que rayaría la locura.
A partir de aquí quisiera dar comienzo al desarrollo de lo que para mí es un claro efecto del pensamiento colonial. Es decir, al comunicar nuestra opinión en cuanto a nosotros como sociedad, como nación, obviamos los sucesos más graves por los que pasamos. A saber:

Como todos sabemos, desde el año 1500, con la llegada de los colonizadores europeos, toda América sufrió en carne propia el impacto de la invasión, y ya nada fue como antes. Malos tratos, cambios de cultura, de religión, trabajos forzados obligados, hicieron que gran parte de las poblaciones nativas llegaran casi a su extinción. Los bienes naturales de nuestras tierras fueron arrasados y expropiados.
Siglos más tarde, se fueron los españoles y llegaron los ingleses. La política del gobierno de Gran Bretaña avalaba los empréstitos fraudulentos a países Americanos. Argentina estuvo casi 75 años para pagar una deuda llena de trampas con intereses escandalosos.
A partir de la década del 70, la deuda externa Latinoamericana creció de una manera exorbitante. Bancos Europeos y estadounidenses, con grandes depósitos de divisas provenientes de países exportadores de petróleo, comenzaron a ver como buenos clientes a los países latinoamericanos, entre ellos a la Argentina por supuesto, que manejados en su mayoría por dictaduras, no tendrían que responder ante la prensa ni la oposición. De 7.000 millones de dólares que se debían en 1975, se pasó a deber 80.000 millones a fines de 1983.
Hoy en día tenemos una deuda imposible de pagar. Los ciudadanos debemos sufrir ajustes en nuestra calidad de vida debido a esa deuda, la cual es de origen ilegal.

Entonces, se connota cierta incongruencia cuando opinamos casi hasta el hartazgo acerca de que el centro de nuestro gran problema se basa en la inflación, en el lucro de los derechos humanos, en pelear con el campo, en el clientelismo político, etc. Por supuesto que todas estas realidades son absolutamente repudiables, pero sería hipócrita de nuestra parte darnos el gusto de decir que lo que estamos viviendo hoy es una de las peores cosas que le pasó al país en su historia. Y así lo muestra parte de la oposición.

Nos interesan un montón de cosas, pero no nos importa demasiado saber por qué estamos dónde estamos, ni qué pasó. Por supuesto que somos responsables de nuestro presente, pero cabe decir que desviamos la mirada cuando alguien nos trae la idea de que a aquellos a los que vemos desarrollados, a los que admiramos y adulamos, son los principales responsables de que hoy nosotros no tengamos ese desarrollo que tanto deseamos. Y más aún: para que ellos estén donde están, resulta necesario ubicarnos donde nosotros hoy estamos. Es decir, para que haya un país productivo, industrializado, y rico; debe haber otro país pobre, y explotado.
Y todo tiene que ver con esta jerarquía de paradigmas, que sustenta estos discursos casi monótonos con el que narramos las problemáticas políticas, económicas, sociales y culturales a nivel nacional, y que parecería ser el resultado de enfoques euro-centrados e intra-modernos. Analistas políticos, periodistas, empresarios, profesionales, entre otros, analizan la situación social actual de la Argentina desde un pensamiento en donde está instaurada una jerarquía cultural determinada. Esta forma de pensar naturaliza la reproducción de modelos en donde es normal ver explotados y dominados.

Y nosotros, los que no pertenecemos a esta elite de intelectuales, al menos por ahora, también pensamos inmersos en la colonialidad, poniendo la lupa en temas actuales que nos son impuestos principalmente desde la agenda de los medios de comunicación, con fines distractivos, para así ocultar de forma sistemática el origen de la problemática actual.

Conclusión:

Es menester desjerarquizar los paradigmas ¿Hasta qué punto nos penetra este pensamiento colonial? La colonización ha sido superada, ¿lograremos la descolonialidad?

jueves, 14 de julio de 2011

Modernización de la descolonización-Morel


Modernización de la Colonización.

Una experiencia personal.

Desde el año 2000 hasta el año 2008, trabajé en una empresa del rubro financiero. Me desempeñaba en el área comercial. Desde que ingresé siempre creí que trabajaba en una empresa argentina, con capitales argentinos, es más, la empresa se llamaba Compañía Financiera Argentina.
En el año 2008 se produce una cimbronazo financiero mundial, con la quiebra de bancos internacionales muy importantes, hecho que produjo en la empresa un gran nerviosismo, que parecía normal por ser del rubro, pero a los pocos días se produce el quiebre de la Aseguradora de más importancia mundial, A.I.G., acto seguido al otro día se nos comunica que la propietaria de nuestra empresa había quebrado A.I.G. y que por consiguiente estamos en la misma situación.
Fue así como nos enteramos que nuestro sueldo y nuestro trabajo dependían de una empresa de origen extranjero, no solo eso, es más, trabajamos para unos de los grupos financieros que decidían muchas veces los destinos de muchos países.
Me di cuenta como através de nuestros productos (Tarjetas de Crédito, Préstamos Personales y Cuentas Bancarias) se podía manipular la base económica de obreros, empleados y comerciantes que consumían los productos de la empresa.
Como estos grupos financieros mundiales extienden sus lazos en todo en mundo, (“los nuevos colonizadores”) imponiendo en los países que invaden con sus empresas sus intereses creados.
Obviamente no éramos la única empresa que pertenecíamos a A.I.G. había muchas más en Argentina y muchísimas que no conocíamos con capitales extranjeros, dispuestos a manejar y colonizar en Argentina, como lo dije en el sub título: “La Modernización de la Colonización”.
Esta nueva era de colonizadores modernos, que pueden colonizar países invadiendo con sus capitales, pero no para ayudar, sino para su propio beneficio, pero que también son capaces de inventar un peligro inexistente en un país, para poder invadirlo con ese pretexto y, con el apoyo global de otros países, y que en realidad su único fin es apoderarse del bien material de ese país, como fue el caso de Irak.

Conclusiones:
Fundamento sobre las empresas de capitales extranjeros que actúan en nuestro país, por la experiencia de haber trabajado en una de ellas.
Fundamento de la mutación y modernización de los colonizadores modernos en la invención de una excusa para invadir un país, ya que nunca se encontró armas químicas y de destrucción masiva en Irak, y que coincidentemente las empresas adjudicatarias de la explotación de los pozos petroleros en Irak, sus directorios están llenos de personas cercanas al presidente que invadió.
Son los mismos colonizadores de antes que ahora se han modernizados.
Como un Organismo mundial, tan importante como la ONU, que tiene un comité de Descolonización, que no logra descolonizar nada, como en nuestro caso, que sin ningún argumento ni lógica, se tiene un territorio colonizado estando en el año 2011, a miles de kms del país colonizador, Gran Bretaña, con nuestras Malvinas Argentinas.
Para terminar me viene a la mente, el texto de Marx, que me tocó en el primer parcial, tema 3, en el cual al término de sus criticas y advertencias, decía, “estemos atento para que no se repita”.
Hoy Argentina es el tercer reservorio mundial de agua potable. Estemos atentos y miremos a nuestro alrededor para que ninguno de estos nuevos colonizadores, quieran venir por nosotros.

Racismo en Argentina-Desiderio y Kolossa


Racismo en Argentina


Este texto está motivado por la gran contradicción que se genera en Argentina, un país considerado “de inmigración” que recibe a los inmigrantes con los brazos abiertos, pero, claramente, eso es solo un discurso, dado que históricamente la migración de distintos grupos hacia Argentina impulsó el mestizaje de los pueblos indígenas originarios que ya había pasado por un proceso de genocidio tratando de borrar definitivamente al indio, y logrando la desaparición del afro argentino. Y en donde se cumple la frase de Yrigoyen que decía: “Los hombres son los fines para los otros hombres y no el medio”.

Como mencionaba el texto de Pensamiento Descolonial dentro de la Americanidad una de sus características es el racismo. Implícito con la etnicidad nace en el siglo XIX y Argentina no es ajena a este fenómeno, ha formado parte de la construcción histórica del país a lo largo de los años.

Los Principios del Racismo en la Argentina

Ya en los años posteriores a la independencia de España, entre los principales inspiradores del racismo se encuentran los siguientes próceres argentinos:

Domingo Faustino Sarmiento marcando una dicotomía entre Europa y Latinoamérica en su ensayo “Civilización y Barbarie” perseguidor de indígenas y gauchos.

Julio A. Roca el cual perpetró un verdadero genocidio de pueblos originarios en su “Campaña del desierto” y restableció la esclavitud que había sido eliminada en 1813.

Juan Bautista Alberdi padre de la Constitución Argentina de 1853 donde en su artículo 25 “fomenta la inmigración europea”, promocionando el racismo blanco-europeo. En su libro “Bases y puntos de partida de la República Argentina” planteaba sus ideas acerca del tipo de población que le convenía al país.

Y si queremos hablar de racismo en la literatura popular argentina tenemos este ejemplo:

A los blancos hizo Dios,
a los mulatos San Pedro,
a los negros hizo el diablo
para tizón del infierno.

Martín Fierro, 1870.
José Hernández.

Inmigración Europea y Racismo

La constitución de 1853 en su artículo 25 marcó el primer paso para prohibir cualquier tipo de limitación a los inmigrantes que llegaran con el propósito de trabajar el suelo y desarrollar las industrias, las ciencias y el arte. En 1876 la ley de inmigración y colonización, comúnmente llamada Ley Avellaneda, define el concepto de inmigrante, sus deberes, sus derechos y propone un modelo de migrante europeo dedicado al trabajo agrícola, portador de progreso y civilización. El Estado promete acceso a las tierras pero termina otorgándoselas a sectores políticamente afines y finalmente le niega la posibilidad de adquirir tierras propias, dando como resultado una gran dificultad para acceder a la propiedad y transformando al inmigrante en mano de obra barata en la mayoría de los casos.

A medida que crecía el número de inmigrantes e hijos de inmigrantes, la clase dirigente criolla comenzó a considerarse como una aristocracia y acrecentó los privilegios que la prosperidad le otorgaba. Despreció al inmigrante que venía de los países pobres de Europa cuando, al mismo tiempo, se sometía a la influencia de los países de Europa más ricos.

El aporte inmigratorio tuvo consecuencias directas e indirectas, en la formación de Argentina:
Aumento de la raza blanca argentina, cambios de lenguaje y costumbres de los argentinos, crecimiento a gran escala de la población, propagación de nuevas ideologías políticas, generación de políticas anti-migratorias con leyes represivas, sobrepoblación en zonas urbanas y creación conventillos en donde se amontonaban los que no tenían donde vivir.

Antisemitismo en Argentina

Los primeros síntomas antisemitas aparecen con la llegada del barco Wester el 14 de agosto de 1889, cuando el director de Inmigraciones intentó no dejar desembarcar a los judíos, a pesar de que habían desembarcado ya los restantes pasajeros del barco.

En enero de 1919, hubo en Buenos Aires linchamientos multitudinarios fomentados por la policía pretextando una respuesta a una huelga general, culpando a los ciudadanos judíos y consecuentemente les destruyeron importantes bienes. A raíz de la huelga grupos paramilitares, como la Liga Patriótica, actuaron como pandillas de asalto, siendo sus víctimas, en su mayoría judíos de Rusia, los que fueron falsamente acusados de planear una conspiración comunista.

La Circular Número 11 del año 1938 firmada por el canciller José María Cantilo el 12 de julio de 1938 y enviada a todas las delegaciones de este país en el mundo, la Circular 11 estaba destinada específicamente a detener la entrada al país de judíos europeos que huían del régimen nazi. La instrucción negaba tácitamente la visa a ciudadanos de origen judío, en tiempos en que la Alemania nazi ponía en marcha el Holocausto.

Durante las décadas del 50 y 60, el Movimiento Nacionalista Tacuara, una organización fascista con vínculos políticos, inició una serie de campañas antisemitas con peleas en la calle y vandalismo en las sinagogas y profanaciones en los cementerios judíos.

Durante los años noventa la comunidad judía ha sido objeto de dos grandes ataques terroristas, que siguen sin resolverse: el Ataque terrorista a la embajada de Israel en Argentina en marzo de 1992, causando la muerte de 32 personas y 242 heridos, y en julio de 1994 el atentado terrorista contra la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina) en Buenos Aires, matando a 85 personas e hiriendo a más de 200.

Inmigración Latinoamericana y Racismo

Los movimientos de poblaciones entre la región andina y la del Plata se remontan a la época colonial y abarcan viajes comerciales constantes, desplazamientos laborales y de estudio. Estos movimientos representan un proceso constante de desplazamiento, asentamiento y regreso, que tiene variaciones a lo largo de los siglos. La inmigración desde regiones limítrofes se incrementa y reduce periódicamente según ciertas condiciones políticas y económicas, como las del mercado de trabajo y el tipo de cambio.

En la Argentina, la discriminación racial está presente en la sociedad y se expresa en varias situaciones cotidianas relacionadas con conductas de discriminación por causas socio-económicas y políticas.
La Argentina, tanto en su historia como en la actualidad, muestra muchas formas de racismo, desde la discriminación al indígena y al “afro descendiente”, como el racismo generalizado contra los “cabecitas negras”, hasta el trato despectivo hacia los inmigrantes pobres de los países latinoamericanos cercanos.

En la primera mitad del siglo XX la combinación de la zafra azucarera con la recolección de hojas de tabaco y las cosechas frutihortícolas ofrecían a los trabajadores de los países limítrofes trabajo temporal, pero desde 1970 se produjo una mayor difusión espacial de los asentamientos de bolivianos y la búsqueda de ocupación permanente y ascenso socioeconómico.

En el presente, en que los signos de la discriminación se orientan hacia una suerte de xenofobia sesgada, dirigida sobretodo a los inmigrantes de países limítrofes (bolivianos, paraguayos, chilenos), que en este momento de crisis social y de desempleo intenso son aptos para constituir un imaginario en el que aparecen disputando y desplazando a los argentinos «auténticos» de los escasos empleos, o bien se constituyen en «peligro social» en virtud de los rasgos que los estereotipos discriminatorios les adjudican.

En 1998, la UOCRA convocó una movilización de más de diez mil obreros de la construcción para exigir mayor seguridad en las obras. Los obreros bolivianos concurrieron a la movilización, ya que la falta de seguridad no produce diferencias de nacionalidad. Sin embargo, tuvieron que agruparse en una columna con peruanos y paraguayos que también sufren la discriminación de sus compañeros de trabajo. Desde las columnas del sindicato se escuchaban cánticos como "somos argentinos y peronistas" y también "somos argentinos y no bolitas".

El secretario de Migraciones, Hugo Franco, aseguró que el 60% de los delitos menores ocurridos en Buenos Aires son cometidos por inmigrantes: "El delito en la capital se extranjerizó", dijo Franco. Por su parte, el Ministro del Interior, Carlos Corach, afirmó que el 58% de los detenidos por diferentes delitos era extranjero (Clarín, 21-1-99). En ese marco, se inició una campaña de detención sistemática de inmigrantes: en una sola comisaría de la Capital Federal, en 19 días más de mil cien personas fueron arrestadas por no tener los papeles de radicación (Clarín, 21-1-99). El propio Presidente de la Nación afirmó que la Argentina le cierra las puertas "a aquellos que vienen a delinquir a nuestra Patria" y que "si uno les pide a los indocumentados que se documenten inmediatamente salta el tema de los derechos humanos" (ídem).

Los casos de detenidos por “portación de rostro” no sólo se circunscriben a las comunidades bolivianas, los casos de abusos a inmigrantes limítrofes, sobre todo peruanos, paraguayos y africanos están siempre presentes.


Conclusiones

La utilización de discursos raciales ha servido para justificar políticas y encontrar excusas a situaciones nacionales, como son los casos donde la coyuntura económica no presenta un terreno adecuado. En estos momentos escuchamos frases como “los extranjeros nos quitan el trabajo”, o “el trabajo es para los argentinos”. Este tipo de pensamiento no sólo son características del racismo en Argentina, sino de todos los países que pasan este tipo de situación económica.

Mas allá de que la gente se sienta amenazada por los inmigrantes tenemos que dejar de tener el doble discurso que tenemos ahora, por un lado nos decimos que somos un pais de inmigrantes y por el otro los rechazamos. En lugar de asumir una cultura diferente, de mezclarla y hacerla mucho mas rica, lo que algunos pretenden es secregar y encerrarnos sobre nosotros mismos.

Aunque el panorama a simple vista parezca desolador, cada vez hay más espacios donde la diversidad no es significado de exclusión. Son desde estos lugares donde la sociedad puede aprender a ver al otro no como un ser lejano o raro sino como parte de nuestra comunidad, ya que la identidad de nuestra sociedad se fundió en un crisol de diferentes culturas e idiosincrasias.

Después de las dos Guerras Mundiales, causadas por el fracaso de Europa en manejar su nacionalismo étnico, el significado del “nacionalismo”cambió del amor a la patria al odio al resto del mundo, un odio tan grande que fue capaz de destruir los hogares y segar las vidas de millones de civiles inocentes y dejar prácticamente en ruinas a un continente entero.

"La tierra es un solo país y la humanidad sus ciudadanos… Que ninguno se gloríe de que ama a su patria; que más bien se gloríe de que ama a la humanidad”. (Bahá’u’lláh)

Una de las formas en las que podemos aplicar el pensamiento descolonial sería no pensando en una Identidad Nacional sino en una Ciudadania Mundial. La ciudadania debe basarse en el reconocimiento y en la empatia hacia la diferencia. La integración genera civilizaciones mucho más ricas. La riqueza de una nación depende de que esta se vincule con el mundo. Los paises con profunda endogamia dejan de crear y se repiten a si mismas. En la medida en que construyamos con ellos una nueva ciudadanía, ellos podrán aportarnos un gran capital.

Fomentar la Ciudadanía Mundial es una estrategia práctica para promover desarrollo sostenible. En tanto la falta de unidad, el antagonismo y el provincialismo caractericen las relaciones sociales, políticas y económicas dentro y entre la familia de las naciones, no se puede establecer un modelo global y sostenible de desarrollo.


Soledad Desiderio

Lucas Kolossa

En el subte-Ripoll


El motivo por el que elegí esta imagen fue movilizado por una experiencia personal, ocurrida días atrás viajando en una línea de subte, en pleno horario de salida laboral y repleto de gente que quizás provenían de sus trabajos y estudios, tuvieron una interesante reacción cuando al llegar a una de las estaciones subió una mujer que al parecer por el tipo de vestimenta que llevaba exteriorizaba una práctica cultural diferente a la mayoría de los que allí estábamos; lo curioso es que gran porcentaje delos pasajeros del vagón no podían dejar de reparar en su presencia, generando inclusive una notoria incomodidad a la propia mujer, para completar que mi extrema curiosidad no era producto de mi imaginación escucho a un grupo de mujeres que venían viajando a mi lado (quienes por su apariencia eran las modernas mujeres liberales del siglo XXI, vestidas a la moda y al parecer oficinistas, quizás madres, esposas y potenciales consumidoras hacer comentarios despectivos hacia la práctica cultural de dicha mujer, haciendo explicita las jerarquías etnocentristas enarboladas como misión civilizadora eurocentrista, pasando por alto el tema de la percepción cultural, la religión, el idioma o la raza. Lo que hace que las feministas modernas influenciadas por pensamientos occidentales vean a las mujeres árabes como esclavas serviles y obedientes, incapaces de tomar conciencia o de desarrollar ideas revolucionarias propias, que no sigan el dictado de las mujeres más liberadas del mundo, juzgándolas mal por exacerbar la cuestión del velo, la burka o la ablación, obviando las causas concretas, como ya se conocen que son el analfabetismo y la pobreza en masa que permite la trastocación de la religión.
Los criterios de apreciación resultan subjetivos e imprecisos al encerrar todo este universo bajo el lente de un tipo de explicación. “Se es moderno si se acerca al menos al tipo de mujer liberal europea”. Las feministas occidentales causan rechazos por su labor impositiva y proteccionista. Atribuyen a la mujer musulmana un límite dado por una tradición retrógrada que no quiere abandonar y relegando a la mujer a cubrirse, arrancando de la sociedad todo lo capaz de generar caos según su cultura (libertades individuales, sexualidad y como contenedora de ello la mujer). La hegemonía de nuestra cultura dada por el crecimiento económico del consumo capitalista y la colonialidad del pensamiento, tiende a estipular lo que es correcto, lo que es evolución y lo que está fuera de estos márgenes. Así, es como se imposibilita al mundo árabe-islámico a crear modernidad desde su cultura. Se difunde que el Islam propicia el estancamiento. Ya que estas sociedades aun mantienen sus prácticas en relación a lo sagrado. Desde el punto de vista sociológico, el feminismo musulmán no es un movimiento social en un sentido estricto. Sin embargo, existen grandes movimiento de mujeres en varios países que se apoyan en los ricos análisis de los textos sagrados y estudios teológicos rigurosos del Corán, aceptando las reglas y normas del comportamiento femenino, estableciendo puentes en la participación de las mujeres en las doctrinas y prácticas religiosas, razonando en forma independiente y además interpretando la jurisprudencia musulmana bajo la óptica especial de la mujer, rescatando de su religión y de su historia los derechos y la participación de ellas en el marco religioso, dando una verdadera legitimidad teológica al llamamiento por los derechos de las mujeres en todo el mundo. Una mujer que se considera feminista, en vez de vanagloriarse de su superioridad con respecto a mujeres de otras culturas y por haber tomado conciencia de su situación, debería preguntarse si es capaz de compartir esto con las mujeres de otras clases sociales de su cultura. Incluso ante una mujer árabe con calificaciones, conocimientos y experiencias similares a las suyas, ellas reproducen inconscientemente los esquemas coloniales de supremacía adquiridos. El universalismo solidario de las mujeres será global cuando se eliminen las barreras entre clases y culturas.