miércoles, 13 de julio de 2011

Machismo y colianidad-Quartana


Sobre el machismo en la sociedad argentina actual y su relación con el pensamiento colonial
El machismo se entiende como el conjunto de actitudes y prácticas sexistas ofensivas llevadas a cabo en pro del mantenimiento de órdenes sociales en que las mujeres (y aquellos no considerados masculinos) son sometidas o discriminadas. (Wikipedia) Esta definición quizás sea demasiado simple pero servirá a efectos de contextualizar el pensamiento. En la sociedad argentina es uno de los rasgos distintivos del ser nacional. Está incorporado a un nivel tan básico que se piensa y se crea a partir de él.
Explicándolo desde una perspectiva descolonial el machismo forma parte de nuestra argentinidad, entendida como la telúrica versión de la americanidad. Esta forma de discriminación creada a partir de la diferencia (el “no eres como yo, por tanto eres inferior” de Mignolo) está justificada desde casi todos los sectores sociales, incluidas las mujeres. Porque no sólo no se combate el problema sino que no se detecta. Como en el caso del mapa eurocentrado y con el Norte arriba, que desde lo aparentemente neutral y objetivo coloca a la Argetina en una situación de inferioridad y periferia, en el caso del machismo la sociedad desde un supuesto orden natural (primero Adán, después Eva) y casi lógico (dado que no es una postura sostenida por ambos sexos), coloca a más de la mitad de la población en condiciones de inferioridad.
Casos testigos
El machismo no se cuestiona porque se mira (por tv) pero no se ve. La sociedad argentina es machista de hecho porque no hay una discriminación institucionalizada desde lo legal o lo político pero sí desde lo cultural. En la tv, el entretenimiento familiar es fundamentalmente el entretenimiento del hombre adulto heterosexual económicamente activo. Y no hace falta buscar un ejemplo como el bailando, que es tema de un ensayo en sí mismo, sino algo que al primer contacto podría parecer inocente como las películas de Porcel y Olmedo en las décadas de los 70 y 80. Incluso en el siglo XXI se trabaja en publicidad vendiéndole a tod@s como si fueran todOs. (link sobre publicidad española, algunas de ellas trasmitidas en Argentina). Se puede citar la campaña de Skip para tv “tu guardarropas vale más de lo que cuesta” con supuestos testimonios reales “Viste lo que es mi placard. ¡Es mi vida!”; “Siento que mi guardarropas soy yo”, absolutamente cualquier publicidad de Axe, y lo que parece ser en caso más duro de sexismo y discriminación de todos: el eslogan de la revista Parateens: “Todo lo que tenés en la cabeza en una sola revista”. Por otro lado, se puede decir que además de ser machistas, estas (junto con casi toda la publicidad) comparten y explotan otra de las características del pensamiento colonial que es la idolatría por lo nuevo. Desde este campo particularmente se impone a la sociedad que la novedad es lo mejor.
Deconstruir el machismo en la Argentina
Para resolver un problema primero se debe detectarlo. Y en eso, como ya se apuntó más atrás, falla la sociedad argentina. El machismo no es inherente a nuestra sociedad, aunque sí está naturalizado. Y para de-construirlo hay que hacer un doble proceso de reconocimiento; por un lado poner al diferente al mismo nivel, producto de una reestructuración de los valores culturales, físicos y de poder; y por otro (e inmanente al primero) entender que no se es diferente sino y sólo cuando se elige serlo.
“The most potent weapon in the hands of the oppressor is the mind of the oppressed”
Steve Biko

Fernando Quartana

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