viernes, 15 de julio de 2011

Cultura y dominio-Cruz


CULTURA Y DOMINIO

Voy hablar sobre los cambios culturales y sociales que ocurrieron después de la convertibilidad, hasta la actualidad. Éstos, desde un enfoque personal sobre el comportamiento de la una parte de la sociedad.
Primero analizar la gestión “Kirchnerista“ y su política de descolonización. Y después, a través del texto de Pierre Bourdieu, relacionarlo con el concepto de capital cultura y su importancia para el dominio.

Desde mi punto de vista, en esta ultima década se generó y se sigue generando un importante cambio. Hay una nueva conciencia social y cultural. La juventud volvió a ser partícipe de los cambios, se interesaron más en nuestra cultura como argentinos y latinoamericanos, entendiendo a las mismas como base del cambio. Así los jóvenes se interesaron en la historia y con ellos volvieron a resurgir los aires “sanmartinianos y bolivarianos“ como respuestas a las ansias de identidad.
Volvimos a interesarnos por conocer los paisajes de nuestro país, dejando de lado la fantasía de veranear en Miami o Brasil cuando el dólar nos favorecía.
A mi parecer todos estos cambios fueron bien acompañados por estos dos últimos gobiernos. Y no quiero ser partidario ni mencionar las diferentes medidas que tomó el gobierno, sino referirme al efecto que generó en la gente, sobre todo en la juventud.
Son claras las nuevas experiencias e inquietudes que tuvo la gente en estos últimos años y es diferente a lo que estábamos acostumbrados. Desde Bourdieu podríamos decir que las estructuras de los “campos” fueron cambiando y con ello, el “habitus”, incorporando nuevas experiencias y prácticas sociales.
Después de la crisis del 2001 se empezó a producir contenidos culturales. De repente empezaron a salir nuevos libros de historia, que supuestamente nos cuentan “la verdadera historia“. Felipe Pigna, Pacho O‘Donnell, volvían a conectar a la gente con nuestra cultura, con “Los mitos de la historia argentina“. También en la televisión se vieron programas comprometidos con esta nueva oleada de identidad, tanto documentales como ficciones. “Algo habrán hecho“, “Televisión por la identidad“, “Vidas robadas“, fueron las nuevas opciones de televisión, como contrapunto a los conventillos y escándalos televisivos que inundan nuestra televisión. Apareció el canal de TV “Encuentro”, que de a poco se fue ganando su lugar entre los canales de ese tipo (Discovery, History, etc.) ofreciendo contenidos culturales y educativos que tiene que ver más con nuestra cultura que con culturas extrajeras.
Luego se sancionó la ley de medios, que venía a reconfirmar el cambio cultural que se venía produciendo en nuestro país. Es importante tener un control y una estructura política para los medios audiovisuales. Estados Unidos le debe mucho a “Hollywood”, que fue y es un mecanismo de dominación, imponiendo su cultura al resto del mundo. Entonces, fue importante la sanción de la ley de medios para
politizar la cultura de nuestro país, para que veamos, conozcamos y mostremos al exterior que tenemos nuestra propia cultura.
Tampoco hay que olvidar que todos estos sucesos se generaron en tiempos de Bicentenario, que ayudaron enormemente a que florezcan estas nuevas inquietudes sobre nuestra identidad. Justamente, en el festejo del Bicentenario se vio esta necesidad de cambio y de participación que necesitábamos los argentinos. La gente salio a la calle a renovar esperanzas. A confirmar que estábamos en un camino distinto.
La juventud por otro lado volvió a ser protagonista, como siempre lo fue, a pesar de haber sido siempre maltratados, en la batallas independentistas, en las dictaduras, en Malvinas, en el Puente Pueyrredón o Plaza de Mayo. Aun así siguieron luchando ante gobiernos que los insertaban en la pobreza, las drogas, la corrupción y delincuencia. Pero de a poco, estas cosas fueron cambiando, siguiendo la mismo ola de los jóvenes que hicieron la reforma universitaria. La juventud vuelve a interesarse y a participar en la política. Se crearon nuevas agrupaciones militantes, los alumnos de diferentes colegios mostraron sus reclamos ante el incumplimientos de obras en colegios. En definitiva, la juventud fue incorporando nuevos conceptos, tiene una nueva mentalidad, busca la democracia. Todos estos cambios son positivos para un país, ya que estos jóvenes crecen con un nuevo “habitus” y tienen incorporados nuevos capitales, sobre todo social, cultural y simbólico.

Todos estos impulsos de cambios que se están generando, son bien apoyados y recibidos por el gobierno “Kirchnerista”. De alguna manera fomentan estos cambios que la misma sociedad produce. Este proceso claramente es una búsqueda de lo nuestro, de identificarnos y de que prevalezca lo nuestro sobre el bombardeo de otras culturas. Es un encuentro con nuestras raíces como argentinos y latinoamericanos que lucharon por nuestra libertad, por una democracia. Creo que es un proceso de conciencia y una nueva etapa de descolonización, donde pensamos en “nosotros” en nuestras cosas y no en las que nos imponen desde afuera.
El gobierno sedujo a personajes e instituciones culturales y de derechos humanos: Madres, Abuelas, Actores (Gastón Pauls, Florencia Peña, Andrea del Boca, etc.), y personajes de la cultura en general. Apoyados y apañados por el campo de la cultura, el gobierno fue ganando adeptos, la sociedad se siente identificada con este “campo” cultural e incorpora estas prácticas a su “habitus”, así es como el gobierno, a través de la cultura, gana consenso en el espacio social.
Bourdieu sostiene que el capital cultura está altamente relacionado con la forma en que las personas elaboran sus pensamientos políticos y que el dominio se logra no solo a través del capital económico, sino también con el control del capital cultural. A través de el imponen su ideología, aquello que correcto y lo que no. Es decir, imponen un principio de realidad que regirá al conjunto de la sociedad.

Si bien, hubo grandes cambios socio-culturales en esta última década, donde la gente volvió a tomar conciencia sobre nuestra identidad como argentinos y como latinoamericanos, donde la juventud volvió a participar en el campo socio-político, donde el gobierno acompañó y creó un sentido de pertenencia de la gente hacia proyecto de gobernación, ¿hasta donde es beneficioso el uso de la cultura como generador de una nueva conciencia? ¿El manejo de los campos culturales se utilizan solo para el bien común, o como herramienta de domino para imponer una ideología?

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